Ante nada somos sentimiento.

Alegría y dolor se mezclan en nuestros días sin darnos cuenta, de forma involuntaria, y normalmente por motivos externos a uno mismo, el ser humano ríe y llora.

Podríamos decir que el ser humano está compuesto por sentimientos basados en los sentimientos ajenos.

Como una cadena que no deja libre a ningún individuo, como estrellas que mezclan su luz para alumbrar más fuerte en una mágica vía Láctea, los humanos dependemos de los demás y necesitamos saber que dependen de nosotros.

Es tan sencillo hacernos sentir vivos...

En definitiva, ser humano conlleva dividir tu alma entre todas aquellas personas que te importan y que quieres.





Agradecer a la autora de este precioso texto, Laura, su amabilidad mostrada para su utilización y aprovechar para invitaros a Cruce de Veredas, un blog en el que esta escritora y fotógrafa muestra sus inquietudes desde una perspectiva muy personal.