Algunos cogen las vacaciones a principios de año, otros en los meses estivales y la minoría como yo a finales de año, cuando los días son más cortos y el tiempo más inestable pero para mí una de las mejores épocas para hacer turismo como tal, ya que hay menos aglomeraciones y la variedad fotográfica a mi juicio siempre es mayor ya que anochece muy pronto y no hay que alargar mucho la jornada para hacer tomas nocturnas.

A la vuelta contaré el viaje con algo más de calma y detalle, esta vez no habrá parajes naturales sino urbanos, un tema que me divierte mucho y que he optado por realizar en estas vacaciones.

Animo el post con una de las últimas fotografías que he realizado, una tarde en la que la niebla y yo no nos pusimos de acuerdo, aunque me dejó algún instante como el de la imagen...