En fotografía de naturaleza si quieres sacar una determinada fotografía deberás planificarlo hasta la saciedad, ya que de lo contrario el resultado no será el esperado.

Este tipo de planificación nos aportará factores como un determinado nivel de marea, una puesta de sol con una determinada orientación, etc.
Pero lo que está claro es que hay otros factores variables que debido a su comportamiento no lineal hacen que sea imposible conocer cómo actuarán, como por ejemplo la niebla o si el sol teñirá las nubes en un amanecer.

En este caso tenía un plan hecho. Ir a una pequeña cala que me enseñó Andoni en Kobaron, pero al bajar vi que había habido desprendimientos y se hacía complicado bajar. Las enormes olas me hicieron recular y subir cuando estaba a pocos metros de las rocas.
Así que como dice el refrán "de perdidos al río", y me acerqué a la Playa de la Arena. No sé porqué no había haciendo un atardecer...

Llegué justo de tiempo, y una enorme nube encima de mí bajó sustancialmente la luz del ambiente.
Estoy en una etapa que necesito buscar cosas diferentes, pequeñas evoluciones, y este fue uno de esos casos. Opté por un encuadre horizontal para dar más presencia al cielo, dejando una pequeña porción de rocas en primer plano.
Me percaté que la pequeña porción de roca rodeada de agua se complementaba a la perfección con las montañas del fondo y el extraño cielo resultante hizo el resto.

Para conseguir este efecto de nuevo tiré de filtros, no sé qué haría sin ellos. Utilicé un degradado neutro de tres pasos para dar más dramatismo al cielo, y un densidad neutra de 9 pasos para dar movimiento a la fotografía.



Canon 30d, Canon 17-40mm (a 17mm. f/11, 680 segundos e ISO 100), densidad neutra de 9 pasos, degradado de 3 pasos, trípode y cable.




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