Esta primavera estoy teniendo muy mala suerte en el bosque, ya que mi intención era captar los primeros brotes verdes en las hayas con el toque tan misterioso y especial que nos aporta la niebla.

Estos primeros brotes tienen un color especial, mi amigo Javi llama a este color, verde lechuga y dura muy poco tiempo.

He salido en bastantes ocasiones, y a pesar de que la predicción era de mal tiempo, en la mayoría de las ocasiones acababa abriendo para dejar paso a un cielo raso. Daba igual que fuera al amanecer o a última hora, no había forma..

El pasado domingo, de la manera más tonta, conseguí una sesión de menos de dos minutos con niebla. Había que trabajar rápido, porque la niebla bajó de una ladera cercana y sabía que no iba a poder hacer muchas tomas.

La luz era tan tenue y suave, que no me hizo falta compensar con ningún degradado, lo que me ayudó a utilizar esos 17mm reales tan impresionantes.
Aproveché las enormes raíces para crear líneas de entrada, dejando el tronco en medio, compensado con las hayas del fondo y dejando las ramas del árbol de la derecha como salida de la fotografía.



Canon 5d Mark II, Canon 17-40 (a 17mm, f/11, 0.4 segundos e ISO 100) y trípode.

Como ni siquiera pude mover el trípode opté por un segundo disparo, esta vez en vertical. La idea era la misma, pero esta vez quise incorporar un elemento humano al fondo, para romper un poco la monotonía de mi trabajo y por otro lado aportar una escala real que nos ayude a ver la grandiosidad del paisaje...qué paciencia de santa tiene Maitena!! :-D



Canon 5d Mark II, Canon 17-40 (a 25mm, f/11, 0.5 segundos e ISO 100) y trípode.





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